Aún no dice papa, ni mama, ni nada, solo grititos, pero son unos grititos la mar de monos. Y esas carcajadas que tiene que no puedes evitar responderle con lo mismo. Mi niña es un sol. Con su papi está encantada, siempre y cuando lleve la camiseta naranja que la tiene hipnotizada.
Hoy le han puesto una vacuna mas, es horrible verla llorar, si por mi fuera no se pondría ni una vacuna ni media. Pero los cardiólogos mandan.
lunes, septiembre 24, 2007
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