martes, agosto 24, 2010

Cuándo despertamos y dejamos de soñar?


Cuándo dejaré de llorar pensando en lo que podría haber sido y no fue?
Cuándo dejaré de pensar en lo que podría hacer y no debería ni pensar?
Cuándo dejas de ser tu misma para convertirte en parte de alguien y cuándo ese alguien te deja tienes que volver a buscar cómo eras?

Porque las relaciones personales no son fáciles. Nada fáciles. Intento pensar en el karma, en lo que me merezco, en lo que debo aprender, en lo que soy, en lo que debería ser y en lo que me gustaría convertirme. Y solo veo nada.

Estoy embarazada de 8 meses, tengo una vida dentro de mí dando saltitos sobre mi vejiga y golpeando mi estómago, presionando mis intestinos y aporreando mis riñones. Y, sin embargo, jamás me había sentido tan vacia.

A veces, en tardes como hoy, desearía tener el valor suficiente para hacer algo que no debería hacer. Hacer algo que cambiaría la vida de los que me rodean. Y entonces me acuerdo de una persona cercana que no soportaría algo asi, alguien que ya perdió a un hijo. Y entonces me acuerdo de mis propios hijos que jamás me perdonarían haber hecho algo así. Y entonces me acuerdo de todas las cosas que no he hecho y quiero hacer, de todas las cosas que necesito decir y no consigo reunir el valor suficiente para decir. Cosas que no digo, cosas que no hago por miedo a ser una melodrámatica. Pero,¡ qué narices! soy una mujer, mi mayor virtud y defecto es ser melodrámatica, está en mis genes.